Rebeca

Mamá me llamó a su lecho de muerte.

Sus ojos cansados luchaban por reconocerme.

Sostuve su mano e intenté seguir sus palabras, pero su anillo, más pesado que sus huesos, acaparó mi atención: –No puedo morir en paz, necesito decirte… en 1957 el rabino Rubén murió en pleno brit, un paro cardíaco; tú eras aquel niño que esperaba a ser circuncidado, pero –hizo una pausa larga y tras un sollozo soltó: –Te mutiló. Tuvimos que elegir, entre un hijo castrado o una hija infértil. el menor de los males.

Cada vez que observo el anillo en mi mano la recuerdo. Y mi agradecimiento habría sido sincero, si mi mamá no hubiera hecho su confesión frente a todos, especialmente ante mi esposo y mis hijos.

Este relato nos lo hizo llegar la autora a través del correo electrónico. Tú también puedes ser parte de esta mafia de las letras, escríbenos.

Yeudiel T. García de Alva nación en el Distrito Federal, hoy convertido en la Ciudad de México. Es ingeniera en mecatrónica por el Instituto Politécnico Nacional y actualmente estudia el posgrado en el Instituto de Energías Renovables de la Universidad Nacional Autónoma de México, su tema de investigación es el análisis de esquemas de control óptimo para sistemas de refrigeración solar. Además, es una entusiasta participante del Taller de radio y literatura de En su tinta. Y se dice enamorada de las letras, el agua y el café veracruzano.