Homónimo

Manuel González

Cuando entró en el vagón, la vio sentada mirando su teléfono: en ese instante supo que era el amor de su vida.

Intentó acercarse para llamar su atención sin lograr que ella apartara sus ojos del dispositivo. Entonces, fingió ser un vendedor ambulante, se puso a cantar y hasta simuló un paro cardíaco. Ninguna respuesta ni una sola mirada.

Frustrado, tomó asiento y carraspeó repetidas veces para llamar su atención. No aguantó más, se asomó y vio su nombre en la página de Facebook que ella revisaba.

Al momento le mandó una solicitud de amistad: antes de la siguiente estación ya eran amigos; en la tercera, novios. Al pasar la sexta, decidieron dónde pasar su luna de miel.

Llegaron a la octava estación, ella tenía que bajarse. Guardó su teléfono, levantó la vista y lo miró: entonces supo que él era el amor de su vida.

Emocionada, intentó llamar su atención. No lo logró: él siguió sumergido en su dispositivo, planeando con su recién pareja, en cuál universidad estudiarían sus hipotéticos hijos.

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Manuel González Montiel nació en la ciudad de México justo antes de iniciar las olimpiadas de 1968. Estudió la carrera de Ingeniería Química en la Facultad de Estudios Superiores de Cuautitlán de la UNAM. Es aprendiz de lector, en 2018 ingresó al taller literario Diezmo de Palabras de Celaya, Guanajuato. Algunos de sus escritos han sido publicados en el periódico El Sol del Bajío, en la revista literaria virtual Piensa Libre, en la antología de cuentos La risa, remedio casero infalible y en la revista digital Escritores del Círculo Literario.

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