Cuando puedes llorar entre los dientes de la loba

Diana Fernández Duque

Entre los dientes de la loba hay una cuna, una cama, un nido de papel periódico amoldado al filo. Sostenido entre sus fauces permanece firme. El aliento de hambre y sed de la bestia lo aclimatan. Dentro del nido tejido, hay un hombre dormido. De golpe, un palpitar fuerte en su corazón de semilla hace vibrar la cuna, los colmillos, el cráneo de la loba y les despierta.

El hombre de ricino comienza a llorar, le palpita fuerte el corazón, siente que ya no respira y que el miedo le consume. En medio del pánico sólo se entrega a ella: “¡Siento que me muero, loba, siento que ya no respiro!” A ninguno de los dos el otro le conviene. Si la loba quiere, se los come de un bocado y mueren. Si el hombre quiere, se lanza dentro de su boca y mueren. La loba se entristece por el niño que llora, intenta atenuar su dolor soltando un aullido profundo para reconfortarlo.

Entre los dientes de la loba hay un niño dormido. Se acurruca como una semilla latente dentro de la intimidad de sus fauces. Entre sueños, comienza a enlistar la vulnerabilidad que les mantiene juntos, que les mantiene vivos.

Este relato fue escritto para el Taller de Literatura y Radio En su tinta, del escritor y periodista Juan Manuel Valero.

Diana Fernández Duque se aburre fácil y por eso diversifica sus pasatiempos: Goza del canto, la jardinería, el futbol y la ingeniería. Nació en Cuernavaca, Morelos, en 1994. Es egresada de la licenciatura en ingeniería en energías renovables del Instituto de Energías Renovables de la Universidad Nacional Autónoma de México y es una destacada participante del Taller de Radio y Literatura de «En su tinta», mismo que le ha ayudado a que algunos microrrelatos de su autoría se colaron en las trasmisiones del Instituto Morelense de Radio y Televisión y de Radio UNAM

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